Durante décadas fue un sueño compartido por muchos: el gran Estado de los eslavos del sur. La antigua Yugoslavia aunó diversas etnias, religiones y naciones. Fue vanguardia política, económica y cultural.
Croacia y Eslovenia, dos de sus repúblicas constituyentes, declararon la independencia el 25 de junio de 1991. Así arrancó la destrucción y disolución.